El oro laminado se fabrica sobre una base de latón o cobre, recubierta con una aleación de oro mediante un proceso de calor y presión. Este método asegura una proporción del 5 % o 1/20 de oro en cada pieza, lo que permite obtener joyas que replican la apariencia del oro macizo a un costo mucho más accesible. Mantienen su calidad, durabilidad y resistencia al desgaste, garantizando que conserven su brillo y elegancia con el paso del tiempo. Además, su composición hipoalergénica las hace seguras para pieles sensibles, evitando irritaciones y reacciones alérgicas.
Para asegurar que tu joya se mantenga en perfectas condiciones durante mucho tiempo, te recomendamos seguir estos cuidados esenciales.